Hoy es uno de los días más tristes de mi vida política. Cuando hace 23 años decidí afiliarme a un partido, lo hice convencida de que la política es necesaria para reforzar las libertades, la tolerancia y la propia democracia, que no tendría ningún sentido si los ciudadanos no participáramos activa y libremente en la gobernanza de las instituciones del Estado de derecho.
Treinta y seis años después de que los españoles nos zambulléramos de lleno en la democracia, cuando creíamos que habíamos crecido en ciudadanía, en respeto a los derechos y libertades de las personas y de los grupos que tienen distintos puntos de vista, de creencias y posiciones políticas; cuando muchos sentimos el orgullo de haber contribuido discretamente a una sociedad abierta, libre y pacífica, comienzan a emerger conductas contrarias a este espíritu democrático, regidas por la intolerancia y la xenofobia.
El pasado fin de semana aparecieron en nuestro pueblo pintadas que tratan de romper la convivencia armónica y pacífica de la que siempre hemos hecho gala.
La pintada “F/N, traidores a España” aparecía en la fachada de la sede de la Agrupación Local Socialista de Aguilar, coincidiendo con el anuncio del fin de la actividad de la banda terrorista ETA, un triunfo de toda la sociedad Española y de la democracia en sí, precisamente sobre el terror, la intolerancia y la violencia más extrema que ha sufrido este país durante mas de 50 años.
Y otra pintada “moros fuera, f/n”, rubricada con el yugo y las flechas, escrita en la fachada de la vivienda una familia extranjera, nos sumerge en el lado más oscuro e insolidario de la convivencia y de la justicia social.
La crisis económica no es disculpa. No podemos permitir que los valores democráticos y los Derechos Humanos, que tanto nos ha costado conquistar a los ciudadanos de este país, entren también en crisis, y que posiciones extremistas, intransigentes e intolerantes empiecen a fijarse en nuestras fachadas para ir calando después en las actitudes de críticos y descontentos.
Este es un llamamiento a la razón y la inteligencia de toda la ciudadanía. Más responsabilidad tienen algunos políticos que en su afán por arremeter contra el adversario, acaso sin intención ni conciencia del alcance de sus actos, caen en el despropósito de un discurso peligroso, que puede ser caldo de cultivo de conductas extremistas que pongan en riesgo las libertades individuales, los derechos de todos y la convivencia en nuestro pueblo.
Mª Sirina Martín Cabria
Secretaria General de la Agrupación Local Socialista
De Aguilar de Campoo
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