La Montaña Palentina nos lo ofrece Todo. Salimos una tarde a dar un paseo y nos encontramos haciendo turismo y es que........ nos habían hablado de unos chozos en Villafría y para allá que nos fuimos, sin reparar en lo que nos íbamos a encontrar.
Desde nuestro origen en Aguilar de Campoo tomamos la carretera en dirección a Cervera de Pisuerga CL627. En el Centro de Cervera giraremos a la izquierda, dirección Guardo CL626 y unos 15km después en la localidad de Aviñante de la Peña nos desviamos a la derecha PP.2247 dirección "Santuario del Brezo". Y a unos 5km llegamos a la localidad de Villafría, donde pasado casi todo el pueblo dejamos nuestro coche a la derecha, de donde arranca una pequeña carretera que pronto se convierte en camino........el inicio de nuestra ruta.
A menos de 1km el camino se bifurca en dos, hasta ahí el camino es llano.
Cualquiera de los dos caminos nos lleva al mismo sitio. El de la izquierda es mas corto, alrededor de 1km y con una pendiente bastante acusada, el de la derecha es mas largo, sobre 1,5km, pero con una subida bastante mas tendida. (Decir en voz baja y sólo para casos de extrema necesidad, que también se puede subir en coche, pero por supuesto es un paseo corto y recomendamos subir andando, entre un bosque de robles, escobas y otros arbustos silvestres)
Subido casi todo el desnivel, unos 150m,estamos a 1335m. Ambos caminos se juntan para acercarnos a la "Finca Carpin de Montero".
Se trata de una finca privada al abrigo de las peñas grises, que le dan nombre a la zona y que le rinden pleitesía al Santuario de la Virgen del Brezo.
Es ahí, en perfecta armonía con la naturaleza donde emerge como salido de un cuento de hadas, todo un poblado de pequeñas casas (no casas en miniatura) realizadas con mucho mimo y detalle.
Carlos del Valle inició en el año 2011 esta aventura que se convirtió en su proyecto de vida tras la jubilación. Iniciativa, imaginación, mucho trabajo y dinero.... todo lo pone él. Cuenta con la ayuda de dos sobrinos y algún amigo y vecino.
Todo empezó con un chozo de escobas.....
al que siguió, la casita del árbol, una bocamina, un chozo de pastores, una panera, una fragua, una cantina, un hórreo, una escuela, un molino, una cochera que alberga un coche antigüo...
Todos los "casitos" son construcciones hechas a escala, hechas con mucho detalle, guardadoras de la historia y tradiciones del lugar, en las que generosamente se puede entrar sin mas requisitos que abrir un pasador de la puerta y respetar lo que en ellas se guarda.
Pero los "Casitos" no están solos, los pequeños animales del bosque los acompañan: osos, burros, conejos, corzos,jabalies y hasta una cigüeña. Es realmente divertido ir descubriéndoles.
A este original pueblo se puede acceder de forma abierta y gratuita. No es una atracción sólo para niños, el mayor disfrute es para los adultos, que además del pueblo podemos apreciar lo mágico del entorno y de sus vistas a la Sierra del Brezo y Páramo de la Peña.
Un original marco para hacernos fotos o un buzón de sugerencias ademas de un puente, una fuente, un potro para herrar, un pozo, unas mesas de piedra, un velador y distintos aperos de labranza, completan un conjunto que sigue creciendo año tras año.
El camino de bajada, muy gratificante también, cómodo, en sombra y por buen estado.
Habremos andado en total menos de 4km. en esta ruta circular muy recomendable para pasar una tarde de paseo en la Montaña Palentina
Si el paseo se queda corto, podemos completarlo, una vez volvemos al pueblo, con la visita al "Manantial del Villafría". Son unos 2km de ida y vuelta
A la entrada del pueblo hay una pista de bajada. Tras un primer tramo de unos 600m tomamos otro camino mas secundario, que está indicado con un letrero de madera señalando la dirección del "manantial" y que trascurre por un vallejo de unos 400m que directamente nos lleva y termina en el Manantial, reconvertido en una zona recreativa muy agradable.
El Manantial da origen al Arroyo de Villafría, que mas abajo desemboca en el Rio Valdavia. Una surgencia de agua que mana a través de un boquete de roca caliza. Se agradece la tranquilidad y el remanso del agua cristalina. El Conjunto se completa con un molino y un lavadero (ambos estaban cerrados), reconstruidos por la junta vecinal en el año 2005