Cuando las Hadas se van dormir,
después de revolotear durante todo el atardecer entre las ramas de las hayas,
cuando su polvo mágico se va esparciendo junto al viento, al amparo de
las hojas que alzan el otoño al lugar que le corresponde.... el bosque de hayas
de Otzarreta se llena de lenguas
tenebrosas que alargan sus sombras mas allá de la penumbra, de una oscuridad
amedrentada por las brujas, que al son que marca su akelarre bailan desnudas
esperando ser bañadas por la clara luz de la luna de octubre .....
Cuando nosotros llegamos, ya
rompiendo el día..... no quedaban Hadas, ni Brujas.... pero todo el bosque
estaba impregnado de su magia, hechizos, danzas, penumbras y colores. No me lo
invento.... es fácil de descubrir..........en un bosque cuyos árboles a la vez
que alzan implorantes sus ramas al cielo, hunden con orgullo
sus raíces hacia lo más profundo
de la tierra.....
¡¡¡ Precioso Marisi !!! creces cada día.
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