Ayer se celebró en la Sede de las Cortes
de Castilla y León el "Día del Estatuto", un día en el que TODOS A
UNA rendimos homenaje a nuestra Regla Básica, consensuada por TODOS,
sobre la que reposa la convivencia de nuestra Comunidad Autónoma. Parece
mentira que teniendo la misma referencia y el mismo objetivo, andemos siempre
por caminos tan dispares ......pero ese es otro tema.
El caso es que es tradición que en dicha
ceremonia se entregue una Medalla de Oro de las Cortes a una persona, entidad o
institución de especial relevancia, o de méritos excepcionales . Este año dicho
homenaje recaló en la Fundación de Las Edades del Hombre representada por la
figura de su Secretario General D.Gonzalo Jiménez quien justificó el éxito de
esta iniciativa Cultural en haber sido capaz de plasmar a través de ella
la historia, tradición, valores y sentimientos comunes de nuestra tierra. Para
ello hizo alusión al mito de Ulises, un personaje que siempre me ha fascinado y
con el que me reencontré a través de sus palabras
Tendría unos 13 ó 14 años cuando en la
biblioteca de mi pueblo, Tomás, el voluntario que hasta las 8 de la tarde
ejercía de vendedor de zapatos, para a partir de esa hora convertirse en
el referente de la cultura y la paciencia de cuantas niñas y niños bandeábamos el frío invernal al calor de esas maravillosas tardes
de biblioteca, me acercó el único ejemplar de "La Odisea", que
alguien había devuelto y que yo le había reclamado días antes, en un alarde de
madurez intelectual, que visto lo visto me queda muy muy grande.
Recuerdo haber leído aquél
"enorme" libro de forma voluntaria y con mas sacrificio que
ganas, pasando hojas y hojas sin entender nada en un enmarañado espectro de
nombres raros, parentescos aún mas complejos, historietas que se entrelazaban
sin llegar a terminar del todo, personajes fantásticos que no se sabía si eran
reales o no.... todo ello ligado con un lenguaje aún mas complicado....quizá fué una especie de tonto reto personal o el
aprendizaje matriarcal que pesa mucho -"no se deja nada en
el plato, hay que comérselo todo". El caso es que casi un mes después devolví
"la Odisea" a Tomás asegurándole que lo había leído
entero, que claro que sabía quien era Ulises, pero guardándome que no
había entendido casi nada......
Habrían de pasar 20 años, para que a
través de una obra de teatro de Antonio Gala "por qué corres Ulises",
volviese a reencontrarme con el personaje. Poco tenía que ver el protagonista
de Gala, con el de Homero, pero si lo suficiente para que yo volviera
a retomarlo y releerlo.
El mito de Ulises es la historia del héroe por
excelencia, rendido a los mas altos y nobles valores humanos. Luchando y
dejándose la piel, los años, vida, amigos y familia para restablecer la
justicia y el honor. Sin sucumbir a las trampas del destino, a las mas tenaces
tentaciones, a la resignación o a la desesperanza de no alcanzar nunca su meta:
volver a Itaca, volver a casa.
Sin embargo Antonio Gala desmitifica por
completo al héroe clásico para mostrarnos al Hombre. Un hombre maduro, cansado
y con el alma escondido y diluído en sus aventuras. Un hombre perdido y
un poco loco, que de tanto buscar "no sabe qué", no es capaz de
pararse y de encontrarse.
La historia de Ulises es nuestra propia historia, el
devenir de una madurez que nos aborda sin previo aviso y sin haberla pedido, a
la deriva de un tiempo que puede no ser previsión de nada....o ser punto
de partida del resto de nuestro propio camino.....todo es cuestión de dejar de
girar sobre nosotros mismos.
Siempre
pensé en Itaca como una quimera ......
la
disculpa de Ulises para seguir navegando hacia algún sitio
la
disculpa que justifica viajes y aventuras........
algo
tan importante que se funde en lo vivido
hasta
casi desaparecer.
En
Itaca siempre espera alguien,
una
mujer que teje y desteje,
.......unos
recuerdos de juventud
.......los
últimos deseos de reconciliacion con la vida.....
.......un
trono, unos amigos......el reconocimiento y el prestigio......
Pero
Itaca es también el fin del mito, el final del camino a ninguna parte,
.............el
reencuentro
con
el hombre de pies de barro,
con los
que no reparan en su historia
con los
sueños no hechos a medida.
Volver
a Itaca......es desandar el camino
para
desde el principio ver la senda de tus pasos
(26/2/2014)
Trancribo por su interés un comentario sobre esta entrada que un lector ha remitido a mi correo personal (Marisi)
ResponderEliminarOcurre a menudo que la rutina de nuestro día a día nos impide tener una visión global y más amplia de nosotros mismos. Antes de que nos demos cuenta, esa rutina se estará apoderando de tu día , hasta que te vence y termina por adueñarse de tus días y finalmente descubres que perdiste el control de tu vida y que muy probablemente no hayas vivido en consonancia a lo que en un momento de tu vida te hizo soñar, yo también busque el camino de Itaca y no pude encontrarlo.
Dicen que uno envejece cuando tus añoranzas superan sus sueños. Gran verdad. Los años son relativos cuando se habla de juventud o vejez.. Entonces , ¿ A qué esperas ? ¿ Quieres seguir siendo una de esas personas que pertenece al “Club de los objetivos ajenos” ? de esas que al no tener sueños, no tienen objetivos y por tanto de manera inconsciente facilitan que otros consigan los suyos en cierto modo “utilizándote”? Está muy bien compartir, ayudar, coge las riendas de Tu vida. Si no, llegarás a pertenecer a los objetivos de otros sin tú quererlo y sin ningún rumbo . Ya lo advertía Séneca : “ No hay viento favorable para quien no sabe a donde va” . Si en estos momentos tan convulsos estas haciendo algo que no te gusta, marca tu misma la ruta del mapa de tu vida.(Jose Gonzalez)
Totalmente contigo Jose, Las rutinas, por muy variada que sea nuestra actividad, terminan por adueñarse de nuestras vidas, las rutinas nos hacen la vida mas cómoda, nos hacen sentir mas seguros y evitan que tengamos que enfrentarnos a la lucha contínua de evitar el fracaso..
ResponderEliminarNo es fácil encontrar el camino a Itaca, a veces simplemente porque no queremos encontrarlo, porque encontrarlo conlleva el riesgo del desencanto de lo ansiado, de lo soñado, de que al final el tortuoso camino andado para alcanzarlo.... no haya merecido la pena.
Pero no creo que envejezcan las añoranzas, lo que realmente envejece es la falta de proyectos, la falta de sueños. Y si a estas alturas no hemos cogido las riendas de nuestra vida, y navegamos a la deriva.... mal vamos.
Hay cosas que no se pueden evitar: el paso de los años, las responsabilidades, la familia.... y tu propio yo, que no es otra cosa que la persona que has ido construyendo a lo largo de los años. El como conjugues todo eso con tus sueños y objetivos es definitivo para poder alcanzar tu propia "Arcadia Feliz". Un abrazo Jose.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
ResponderEliminarLlegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.