Dejamos el coche en el pueblo de Valoria, encaminamos la carretera de Villaescusa de las Torres justo hasta la curva que hay al final del pueblo. Ahí tomamos el camino que nos indica una señal "Castro Monte Cilda", seguimos el camino de tierra firme sin dejar el camino de la derecha.
A unos 2km sale a la izquierda un pequeño camino, medio perdido, inundado de hierba en cuyo arranque hay un pequeño letrero que pone "Castro Cilda". Seguiremos ese camino hasta toparnos con las ruinas del Castro.
Lo primero que encontramos son las murallas defensivas que cincundaban el poblado Cantabro del siglo 1 a.c.; posteriormente estuvo ocupado por romanos y por visigodos, hasta el 754, año en el que fue ocupado por los musulmanes y definitivamente abandonado
Si el Castro Cántabro suscita interés, no menos interesante son las espectaculares vistas que dominan un horizonte infinito que marca perfectamente el paso de la montaña Cantábrica a la Meseta Castellana
Si avanzamos por lo alto del Cañón de la Horadada vamos cambiando abruptamente el paisaje, que se modifica a merced del rio Pisuerga que baña el fondo del Cañon y que se desliza sobre la presa de la antigua central hidroeléctrica de la Horadada, que da nombre al espectacular cañón.
Volveremos siguiendo la arista del cañon en dirección a Valoria, pasando por la zona caliza de Corralones
Y dejando a la izquierda el magestuoso perfil del Espacio Natural de "Las Tuerces"
Un paseo tranquilo, de unas 2h.cuyo disfrute es muy superior al esfuerzo realizado
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