miércoles, 26 de julio de 2017

EMBALSE DE AGUILAR:DESCUBRIENDO SU CINTURA

COSAS DE HOY......

El Pantano de Aguilar de Campoo pertenece a la Cuenca del Duero, fue inaugurado en 1963, sus 1646 hectáreas recogen el agua del rio Pisuerga y juega un papel fundamentan en la regulación de este rio .. Con una capacidad máxima de 247 millones de metros cúbicos, su uso principal es el abastecimiento, riego y generación hidroeléctrica. Su presa tiene 48 metros de altura y medio kilómetro de larga (una de las mayores de toda la cuenca del Duero)
Además de sus usos principales, el Pantano de Aguilar, con sus hermosos alrededores, playas y facilidad para todo tipo de deportes náuticos, le confiere a toda la zona un valor natural y turístico añadido del que los Aguilarenses se sienten especialmente orgullosos.
Hoy el Pantano de Aguilar es noticia, no por su abundante agua, sino por la falta de ella. La pertinaz sequía del último año ha mermado su capacidad hasta límites difíciles de recordar, dejando a la vista sus vergüenzas y tesoros ocultos bajo el agua. A día de hoy 25 de julio del 2017, la reserva de agua es de 45 millones de metros cúbicos, apenas el 18,22% de su capacidad. (http://www.embalses.net/pantano-3-aguilar-de-campoo.html )

Esta curiosidad sana de conocer los secretos que guardan sus aguas, descubrir una orografía desconocida y seguir indagando sobre nuestro propio entorno, es lo que nos llevó a aventurarnos a perfilar el agua que aún queda embalsada en el pantano.

(Siento que las fotos no sean mejores, la mayoría están hechas con el móvil y no hay ninguna del inicio del paseo dado que era una zona muy conocida para nosotros)

Así partiendo de la playa de Aguilar iniciamos nuestro paseo bordeando el agua por el lado izquierdo, hasta la altura de la Iglesia de Frontada, actualmente una de las colas del pantano donde al no haber ya agua pudimos pasar a la otra orilla. 
Avanzamos a los pies de la iglesia en dirección norte, al encuentro de nuevo con el agua  y tras atravesar el pinar que nos separaba del horizonte, iniciamos el descenso que nos facilitaría seguir bordeando el agua por la zona desecada.


El panorama que de aquí en adelante se abre ante nosotros es desolador, a la vez que inquietante y parece dejarnos un mensaje:"el agua nos da  vida y el agua nos  quita vida" 




Seguimos avanzando por una zona arenosa desprovista de todo atisbo de vida



Seguimos en dirección al despoblado de Villanueva del Rio y en la medida que avanzamos la masa de agua va perdiendo profundidad a la vez que nos descubre un paisaje nuevo, lleno de sinuosas ensenadas y sorprendentes rincones labrados durante años por el agua y el viento




Hasta convertirse en un rio, el rio pisuerga, que va, sin éxito de caudal , a encontrarse con el lecho del embalse



 La verdad es que el camino se hace largo, porque tenemos que seguir el margen irregular y casi siempre curvo que caprichosamente ha ido horadando el rio.
 Por fin divisamos el precioso puente de Villanueva del rio, sumergido bajo el agua desde 1964 y que sólo se ha dejado ver en contadas sequías como ésta

 Esta joya medieval del siglo XIII permanece oculta bajo el agua junto con los pueblos de Villanueva del Rio, Cenera de Zalima y Frontada.

Este puente  es muy parecido al Puente Mayor de Aguilar, al Puente de Salinas de Pisuerga y al Puente de Cervera y podría haber formado parte, junto con los anteriores, de uno de los "Caminos de Santiago" que ahora se  pretende potenciar "El Camino Olvidado"

A pesar de su solidez y envergadura, el puente está muy deteriorado. Su inmersión constante puede ser una causa, el expolio reiterado de su piedras es otra.

 A pesar de su ruina, en estas épocas de sequía el Puente da muestras de su hidalgía, sigue cumpliendo su función y llevando de orilla a orilla a los paseantes que con mayor o menor osadía pretenden cruzar a la otra orilla de este rio pisuerga, que a su paso por el puente de Villanueva del Rio hace tiempo que dejó de ser pantano.

Tras cruzarlo dejamos atrás el Puente de Villanueva del Rio para seguir avanzando junto al río, de nuevo en busca del embalse de Aguilar.  Dejamos de fondo, a la izquierda el pueblo de Renedo de Zalima y seguimos caminando por un paraje casi desértico.


Unos 8km nos separan de la presa de Aguilar. Un trayecto duro que se  hizo largo a pesar de tenerla a la visa, de lo impresionante del entorno y de los secretos que nos iba descubriendo la sequía: La torre de la iglesia de Cenera, un banco de Cormoranes,  o las ruinas de un despoblado del siglo XIII: Santillana de Zalima





Llegamos a la presa al atardecer y a Aguilar 3km mas tarde. Hemos andado durante casi 5h. en un recorrido de algo mas de 20km. Un paseo que sin duda mereció la pena.




LAS COSAS DE HOY......